Coleccionista de mariposas en África: legado de 4,2 millones de ejemplares
El coleccionista de mariposas en África: un legado de 4,2 millones de ejemplares en busca de futuro.
NAIROBI, Kenia.- Lo que comenzó como un inocente pasatiempo infantil se ha convertido en una de las colecciones más importantes de mariposas en África. Steve Collins, de 74 años, ha dedicado gran parte de su vida a estudiar y preservar estas criaturas. Su monumental colección, que alcanza los 4,2 millones de ejemplares, enfrenta ahora un dilema crucial: cómo garantizar su preservación y uso por las futuras generaciones.
¿Cómo comenzó la fascinación de Steve Collins por las mariposas?
La pasión de Steve Collins por las mariposas surgió cuando tenía tan solo 5 años, mientras crecía en el oeste de Kenia. Inspirado por un viaje familiar al Congo y un obsequio de redes de captura, Collins desarrolló un interés por observar y coleccionar mariposas. A los 15 años, ya exploraba otros países africanos como Nigeria en busca de nuevas especies, un interés que mantuvo durante su carrera como agrónomo.
Desde 1997, Collins consolidó su pasión al fundar el Instituto de Investigación de Mariposas Africanas, que actualmente alberga su vasta colección. En su propiedad de 1,5 acres en Nairobi, ha creado un entorno natural ideal para mariposas vivas y un espacio adecuado para la conservación de especímenes secos, asegurando que estén protegidos de plagas y daños ambientales.
¿Qué importancia tiene esta colección para la ciencia y la conservación?
Expertos internacionales destacan que la colección de Collins no solo es impresionante por su tamaño, sino también por su valor científico y cultural. Según Julian Bayliss, ecólogo y colaborador de Collins, muchas de las mariposas recolectadas pertenecen a hábitats que están desapareciendo debido al cambio climático y la deforestación en África.
Por su parte, Scott Miller, entomólogo de la Institución Smithsonian, explicó que estos especímenes proporcionan un registro histórico invaluable, mostrando cambios en los ecosistemas africanos durante más de seis décadas. Además, la colección permite responder nuevas preguntas científicas a medida que avanza la tecnología.
Para maximizar su utilidad, Bayliss ha propuesto digitalizar la colección y compartirla con instituciones académicas y de investigación en todo el mundo, asegurando así su acceso global y su preservación a largo plazo.
¿Cuál es el futuro del legado de Steve Collins?
A pesar de su dedicación, Collins enfrenta crecientes desafíos económicos y logísticos. Mantener esta colección requiere significativos recursos, incluyendo un presupuesto anual estimado en 200.000 dólares, además de medidas estrictas para prevenir daños. Consciente de que no podrá cuidar de su colección para siempre, busca transferirla a una institución confiable y bien financiada que garantice su continuidad.
Collins también evalúa venderla, valorando sus especímenes y activos en 8 millones de dólares. Su esperanza es que la colección sea utilizada para la investigación y educación científica, asegurando que su trabajo tenga un impacto duradero más allá de su vida.
“Este ha sido mi legado y no puedo ponerle precio al valor que ha tenido para mí. Mi deseo es que estas especies estén en manos seguras cuando yo ya no esté”, concluyó Collins, demostrando la profunda conexión emocional que lo une a estas criaturas aladas.
Reflexión
La historia de Steve Collins resalta el papel crucial que las colecciones privadas pueden desempeñar en la ciencia y la conservación. Mientras se decide su destino, su trabajo sigue siendo un recordatorio del delicado equilibrio entre la naturaleza y la humanidad, y del esfuerzo que requiere preservar ese vínculo.
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