De la calle a una muerte triste y sola, destino de los perros callejeros
Asociaciones reportan que en esta administración no hay apoyos ni insumos por eso el aumento.
DURANGO, Durango.- En nuestra entidad, específicamente en la ciudad capital, el destino de la mayoría de los perros callejeros, es muy triste, y es que si no son rescatados y resguardados por alguna asociación bien establecida, terminan atropellados en las vialidades o a la espera de ser adoptados en el albergue animal.
El único problema de que estos canes o gatos no sean adoptados en un tiempo mínimo de 24 horas, es que son sacrificados, no importa ni la edad, raza o si tienen algún dueño que los esté buscando y aún los encuentra.
Según lo de conocer Adriana Estrada, rescatista y propietaria de la asociación “S. O. S Canino” los reportes de perros extraviados o callejeros son atendidos por la policía ambiental, y en ocasiones por las mismas asociaciones, los cuales se encargan de buscar darles un techo y comida para posteriormente encontrarle un hogar.
Simplemente antes llegabas a la albergue y como a sucesión, te decían cuantos perros?, e iban a la colonia con el camioncito, hablaban con la gente para que esterilizara a sus perros, ahora no hay camión, insumos y pues la gente no tiene dinero y los avienta a la calle”.
El problema es que el abandono de estos perros que alguna vez fueron la mascota y compañía de alguien se incrementó en demasía cuando se vino la pandemia, pues muchas familias ya no contaban con sustento para poder mantener la casa y a su familia, y por ende mucho menos a un perro, y ahí que muchos fueron botados a las calles a su suerte.
En relación al maltrato este sigue aumento, y los apoyos por parte de la administración actual han sido muy pocos, según lo dio a conocer la rescatista, a diferencia de la pasada administración, en donde se le apoyaba con más campañas de esterilización y otros apoyos, por lo que esperan ser tomado en cuenta.
Entre los principales reportes que se reciben de mascotas que fueron abandonadas en casas que eran rentadas, y los dueños se fueron dejándolos a su suerte , amarrados sin agua ni protección.