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Luis Alfredo Rangel Pescador

Desde las burbujas del poder

Por: Luis Alfredo Rangel Pescador

Publicado el

Daños colaterales de la política de bienestar social

Lo que comparto es resultado de mis propias experiencias

DURANGO, Durango.- Desde el mes de julio del 2023, paso tres o cuatro días al mes en localidades de nuestra hermosa y rica sierra de Durango, por lo cual, lo que comparto es resultado de mis propias experiencias.

Observo con tristeza la actitud pasiva y sin aspiraciones de un gran número de jóvenes (por supuesto hay excepciones) negados a trabajar. Prefieren una vida sin un futuro prometedor, se la pasan en la cantina o en el consumo de estupefacientes, por cierto muy abundantes, en los famosos “puntos”, donde se expende prácticamente todo, desde mariguana, hasta coca, a ojos vistas, con la complacencia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, que actúan como el marido engañado, es el último en enterarse de “los cuernos” que le ponen.

En conversaciones con la gente no muy mayor, me dicen que es casi imposible conseguir gente que quiera trabajar, sobre todo en la industria de la construcción. Abundan, de acuerdo a su leal saber y entender, dos causas de tal fenómeno: la primera de ellas, es el pago de derecho de monte, cantidad de dinero que se entrega a cada uno de los ejidatarios, como producto de la venta del arbolado (pino, encino) existente en el perímetro de la propiedad social. Existen ejidos con excelente bosque haciendo posible la entrega en un año hasta de 700 mil a cada derechoso.

Entonces, ¿para que trabajar? Solo deben esperar la celebración de la asamblea para recibir tan cuantiosa bolsa.

Como todo en la vida, hay ejidos con poca o pobre volumen maderable, como también los hay con pocos ejidatarios.

La situación se agrava, con los programas sociales del actual Gobierno Federal, quien hace entrega de manera directa del monetario a los inscritos en “jóvenes construyendo el futuro” o el de becas.

Lo anterior no le resta la bondad de la política social, lo que me señalan, es el abuso o negligencia de quienes en un afán conformista, dañan al mercado laboral.

Por lo general a estos programas y otros que son subsidiarios hoy y en el pasado, les falta un seguimiento puntual, resultados o no de cada beneficiario, motivación a la construcción de una mejor calidad de vida.

En otras regiones del estado, donde las riquezas naturales no dan para “ese reparto de derecho de monte” obliga a los jóvenes a emigrar.

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