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La llamada al vacío

¿Has sentido alguna vez las ganas de saltar al vacío? Y no, no figurativamente. Todo tiene una explicación y Carolina Hernández nos la cuenta.

Publicado el

Por: Carolina Hernández

CIUDAD DE MÉXICO.- Hola qué tal, yo soy Carolina Hernández y esto es Sin Esdrújulas tu micro mini podcast en el que escribo cosas que luego leo para no saltar al vacío.

Hace unos días volé en una avioneta. Una vez pasado el miedo de que fuera una traición y aterrizara yo en Texas, comencé a disfrutar del paisaje.

El miedo de lo desconocido me había impedido disfrutar lo maravilloso del momento. Más de repente llegó a mi un pensamiento. ¿Y si saltara?

Les ha pasado que están manejando sobre un puente, o paradas en el risco de una montaña o en un balcón alto y piensan… y sí…

Pues ni en esos soy la única que… porque resulta que esa sensación es tan común que hasta tiene nombre: es la llamada al vacío.

Un pensamiento intrusivo que ha sido explicado como una “señal de seguridad malinterpretada” por el cerebro. Y es que aunque pareciera que el pensamiento es de desvivirse, realmente lo que nuestra chompa está haciendo es buscar formas de alejarnos del peligro.

¿De la manera más absurda? sí, pero ya se les ha dicho que el cerebro tiene caminos misteriosos.

Resulta que algunos estudios proponen que este fenómeno podría estar relacionado con la función del cerebro de simular posibles escenarios como una forma de preparación.

Este tipo de simulaciones mentales pueden ayudar a una persona a evaluar riesgos y tomar decisiones más seguras en situaciones peligrosas.

También hay una teoría que explica que como la muerte en sí es una sensación muy subjetiva, el cerebro lo que hace es: tú estás en un lugar alto y eso representa un peligro, hay que quitarte de ese lugar como sea… incluso, saltando. Pero eso me puede matar, sí pero ya no estás en peligro.

En 2011, la doctora en psicóloga de la Universidad de Notre Dame, Jennifer L. Hames, realizó un estudio con el objetivo de averiguar si existía una conexión entre la propensión a la ansiedad, la depresión o la ideación suicida y este extraño fenómeno.

Los resultados concluyeron que las llamadas al vacío se experimentan por igual entre ideadores de suicidio y no ideadores.

Por lo tanto, los individuos que dicen experimentar este fenómeno no son necesariamente más suicidas, más bien, esta experiencia puede reflejar su sensibilidad a las señales internas y afirmar realmente su voluntad de vivir.

Los pensamientos intrusivos como estos provienen de partes específicas de nuestro cerebro.

Su corteza prefrontal gestiona su atención y controla el comportamiento impulsivo, y su amígdala procesa las emociones y detecta amenazas. Cuando esas dos áreas “nos hablan” al mismo tiempo eso podría generar los pensamientos intrusivos como la llamada del vacío.

¿Cómo lo resolvemos?

1. No los tengas.

2. Hay un ejercicio que se llama de conexión a tierra y es una técnica de atención plena que nos ayuda a mantenernos conectado con el momento presente.
Hay que notar cinco cosas que puede ver, cuatro cosas que puede tocar, tres cosas que puede oír, dos cosas que puede oler y una cosa que puede saborear.
Este ejercicio de conexión a tierra puede ayudarnos a desviar la atención de los pensamientos intrusivos, dejar de escuchar la llamada del abismo y disfrutar de la hermosa vista.

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