Eclipse total de sol oscureció por completo el famoso cielo duranguense
Científicos internacionales vivieron de cerca este fenómeno astronómico en tierra duranguense
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CANATLÁN, Durango.- Luego de 33 años de no registrarse un acontecimiento de estas dimensiones, el estado de Durango fue uno de los principales protagonistas en el Eclipse Total de Sol 2024, un fenómeno astronómico pocas veces presenciado.
Desde muy temprano, incluso algunas personas desde días antes, se encontraban en el famoso volcán 'El Jagüey'; turistas de todas partes del mundo, algunos fanáticos y otros científicos experimentados, que buscaban captar este mágico momento. Tal es el caso del grupo de Danilo Torres, un joven chileno que dirige a un conjunto científicos de 'cazadores de eclipses', provenientes de Estados Unidos, República Checa e Italia, entre otras nacionalidades.
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'Nosotros recorremos el mundo buscando estos eclipses, en realidad la importancia acá en Durango son los cielos despejados, el clima nos favorece la observación y es lo que hace que un lugar sea apto para la observación científica'.
¿Pero qué es un eclipse? La respuesta es sencilla, es el momento único dónde podemos observar el sol de manera única, de formas que uno no podría normalmente, y que científicamente hablando será de vital importancia para investigaciones a mediano y largo plazo.
“Al estudiar la corona solar podemos ver la composición del sol, el comportamiento de los vientos solares, que son las irradiaciones que salen del sol y los campos magnéticos.”
El conocer el comportamiento del sol mediante un eclipse total, ayudará a la ciencia a comprender muchas cuestiones que ocurren en el sistema solar, y que no podrían ser posibles sin este fenómeno astronómico.
En este punto de Canatlán el momento comenzó llegando las 10 y media de la mañana, dónde la luna comenzó su recorrido de obstrucción entre el sol y la tierra llegando uno de los momentos más esperados durante décadas, la penumbra total que duró pocos minutos, pero que seguramente vivirá el recuerdo de todas las personas que, entre lágrimas, gritos, aplausos y abrazos presenciaron ese histórico evento.
El cielo de Durango se pintó de obscuridad, como si el día hubiese desaparecido y la noche tomara su lugar, para después esfumarse y darle paso de nueva cuenta al emblemático paisaje soleado de esta zona de México, demostrando una vez más por qué Durango se convirtió en el mejor punto de avistamiento de tan hermoso espectáculo astronómico.